lunes, 17 de mayo de 2010

la sociedad egipcia

La sociedad egipcia se presenta como enormemente jerarquizada y con elevados grados de dependencia, entre el extremo más alto, el del faraón, hasta el más bajo, los esclavos, generalmente prisioneros provenientes de las guerras con otros países. Incluso se llega a decir que la sociedad egipcia se dividió en dos clases: el faraón y el resto, ya que todo el resto personas, bienes, tierras, le pertenecía, al ser la encarnación de los dioses en la tierra y el señor del alto y bajo Egipto. Pero entre los dos extremos que hemos citado más arriba, existían otras muchas consideraciones: desde los altos funcionarios, verdaderos “faraones” del territorio sobre el que gobernaban, hasta artesanos y campesinos que pagaban sus impuesto y gozaban de una cierta independencia e incluso de bonanza si la economía atravesaba una de sus etapas de expansión.

EL FARAÓN: representante del dios Horus en la tierra y el enlace entre los dioses y los hombres. Se observa una teoría dual de la monarquía, como gobernador del Alto y el Bajo Egipto, por eso el monarca se representa con dos coronas: la blanca del sur y la roja del norte.

SACERDOTES: se dedicaban a ofrendar a los dioses, a cambio recibían tierras e ingresos. En templos como el de Karnak hubo una gran plantilla dedicada exclusivamente a esta labor, y ejercían gran influencia sobre el faraón y las clases dirigentes, pero probablemente no es hasta el Imperio Nuevo cuando la dedicación exclusiva se generaliza. Normalmente era el faraón quien designaba quién estaba al frente del templo, pero a finales del Imperio Nuevo los cargos se hicieron hereditarios en muchos casos. Tenían escuelas para preparar a los jóvenes para el sacerdocio, generalmente provenientes de familias nobles. Recibían los ingresos de las ofrendas de los templos y de los trueques.

EL CLERO DE AMÓN: las primeras alusiones al clero de Amón se encuentran en la XII Dinastía, y era dirigido por un gran sacerdote llamado “el primer profeta de Amón”, que contaba con alto clero y un bajo clero como asistentes. Un amplio personal femenino acompañaba a los sacerdotes: eran las cantoras y las esposas del dios. La reina tenía el título de divina adoratriz. Los sacerdotes de Amón estaban entre los más ricos, lo que favoreció su poder.

EJÉRCITO: el ejército regular no será una realidad hasta el Imperio Nuevo. Hasta entonces, si el rey necesitaba tropas debía recurrir a la ayuda de los nomarcas, que gobernaban en los nomos, la demarcación territorial egipcia. Las tropas regulares estaban en Nubia. En tiempos de Horemheb ay documentación que habla de guarniciones situadas en el Delta y en el Bajo Egipto. Ramsés II llegó a tener cuatro ejércitos bajo la protección de los cuatro grandes dioses de Egipto. Los hicsos introdujeron la utilización del carro como arma de guerra, que tiraban dos caballos y montaban un conductor y un guerrero. La infantería se organizaba en compañías de entre 200 y 500 hombres, cada veinte compañías era una división. Socialmente, los militares eran considerados privilegiados, estaban bien situados económicamente porque participaban de los botines y de donaciones de terrenos. Egipto también tenía marina, pero de este extremo hay menos documentación

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